EL ASESINO ESTABA EN LOS SUEÑOS

-El 12 de enero de 1928, cerca de Mount Morris, Michigan, se encuentra el cuerpo violado y desmembrado de una niña de cinco años, no muy lejos del lugar en donde se había atascado en el lodo un automóvil. Un hombre había ayudado al conductor a salir de allí y entrega detalles bastante precisos de éste y del coche, pero la policía no logra encontrar a ninguno de los dos. Cunde el pánico en el estado y el día del entierro de la niña, el 16 de enero, Harold Lotridge se despierta de repente a unos cincuenta kilómetros de allí con el nombre del asesino grabado en la mente. Se trataba de Adolfo Hotelling y es un hombre muy devoto a quien él conoce. Pero es el asesino y reconoce haber cometido otros dos crímenes parecidos.

-El 10 de enero de 1942, en Wadley, Georgia, se encuentra el cadáver de W. C. Smith detrás de unos matorrales, asesinado de un disparo de fusil. Dos semanas después, la investigación no avanzaba. La hija de la víctima, de ocho años de edad, cuenta que su padre ha venido en sueños a revelarle las circunstancias de su asesinato, el nombre de sus tres asesinos y el lugar donde han arrojado el fusil y su billetera vacía. La policía la encuentra y termina por capturar a un negro y dos blancos de quienes no había sospechado hasta entonces.

-En la primavera de 1955, en Georgia, cerca de la ciudad de Sylvester, desapareció una mujer llamada María Cooper. A pesar de las búsquedas, no la encuentran. El tiempo pasa, hasta que una mañana una joven llamada Ella Weston entra en la oficina del sheriff y le cuenta que ha soñado dos veces durante la misma noche un sueño horrible en el cual ella entra en una casa en ruinas y descubre, bajo el heno, el cadáver mutilado de una mujer. El sheriff y sus ayudantes encuentran finalmente el cuerpo en el estado descrito por ella, bajo el heno de una vieja casa, y en efecto, el marido no tarda en confesar su crimen.