LA NOCHE

El simbolismo de la noche aparece relacionado con el día y con la luz. La noche ha sido considerada como conservadora de funciones negativas, así como el día se asocia a todo lo positivo. La noche es símbolo de la oscuridad, de lo profundo y del misterio profundo e insondable.

En el mundo antiguo, la noche provenía de la unión entre el desorden y lo sombrío. La mitología griega consideraba a la noche como hija de Caos y Nyx. El Caos, según Hesíodo, estaba formado por una materia continuamente renovada, hasta adquirir características de eternidad y, de esa manera, pudo engendrar a la Noche y, al llamado Río de Averno y de la Negrura, al cual se le denominaba Erebo y discurría por debajo del lugar en el que vivían las almas de quienes había llevado una vida juiciosa, recta y libre. Este sitio de reposo era conocido por el sobrenombre de Campos Elíseos.

El sentido simbólico de la noche aparece asociado entre los antiguos pueblos de la época clásica con la angustia personal y la zozobra, con la muerte y las ensoñaciones, con la compasión y la mentira. Es un símbolo cargado de vínculos duales y diferentes.

Para los psicólogos, la noche aparece asociada con el mundo anímico y todas sus implicaciones, con lo onírico y con las tendencias y pulsiones. La aparición de la oscuridad y la noche en los sueños se interpreta como una señal de mal agüero; la noche y la oscuridad se relacionan con el daño y con la culpa, con los deseos reprimidos y con las inhibiciones.