ORIGEN DEL BAÑADOR

Desde el momento en que los médicos recomendaron los baños de mar y sol, por los efectos beneficiosos que tenían para la salud, los europeos empezaron a frecuentar masivamente las playas, para ello era necesario crear una prenda que sirviera para poder estar en público y gozar de la playa.

Al principio los trajes de baño de señora tenían el mismo diseño que los de calle. Se trataba de un vestido de baño de franela, con corpiño ajustado y cuello alto; las mangas hasta el codo y la falsa hasta las rodillas. Debajo llevaban unos bombachos, medias negras y zapatillas de lona.

Hacia 1855, el traje de baño femenino consistía en una especie de calzón de lana y una blusa color negro que les llegaba hasta más debajo de las rodillas, se sujetaba con un cinturón de cuero. Los hombres llevaban una especie de traje de marinero a rayas.

A partir de 1880 empezó a utilizarse lo que se llamó “Máquina de baño”, consistía en un aparato que se deslizaba, con la bañista dentro, provista del llamado “capuchón de modestia, hacia el interior del mar por medio de una rampa. Dentro de ese artefacto rodante se vestían y desvestían los bañistas.

Poco antes de la Primera Guerra Mundial empezó a ponerse de moda el bañador ceñido, de una sola pieza. Tenía mangas, llevaba una falda y llegaba hasta las rodillas. En 1930, Carl Jantzen, propietario de una empresa textil,  creo el primer bañador elástico de dos piezas, sin espalda y con tirantes muy finos.

En 1946, el diseñador francés Louis Réard, celebró en su taller de París un pase de modelos. Allí sorprendió a los presentes con una gran novedad: el bikini. Para ello el diseñador llamó a una bailarina profesional del Casino de París, Micheline Bernardini (las modelos profesionales no quisieron presentar esa prenda tan desvergonzada). Momentos antes del desfile, Réard, preguntó a Micheline como podrían llamar a la nueva prenda, ella le contestó sin pensarlo: -Señor Réard, su bañador va a ser más explosivo que la bomba de Bikini (en aquellos momentos, la prensa bombardeaba constantemente con noticias referentes a las pruebas y explosiones nucleares que se realizaban en el atolón del archipiélago de las islas Bikini, en el Pacífico).

Al diseñador le encantó el nombre y presento su bañador de dos piezas con aquel nombre que poco tiempo después se hizo tan popular.