8 de mayo de 2015

LÍOS DE FÚTBOL (2)


-En el año 1996, el manager de Ali Dia (1965), futbolista senegalés, se hizo pasar por George Weah, futbolista liberiano, proclamado el año anterior, mejor futbolista mundial del año. Telefoneó al tecnico del Southampton Football Club, Graeme Souness, alabando las grandes dotes de su primo (otra mentira) Ali Dia, supuestamente internacional senegalés y una gran promesa del fútbol mundial.

Fue tan convincente que, sin ni siquiera conocerlo en persona, cayó en la trampa. Le hizo un contrato de un mes y le convocó para el siguiente partido con el Leeds. Ali salió de suplente y, en la segunda parte sustituyó a un compañero, jugaba tan mal que sólo estuvo en el campo catorce minutos, y tuvo que ser sustituido.

-En 1970, al fútbol español empezaron a incorporarse jugadores sudamericanos con pasaporte español, ya que eran descendientes de españoles. Además de llegar jugadores auténticos, llegaron otros que no lo eran. Unos decían ser de “Celta de Vigo”, otros con distinto apellido que eran hijos del mismo padre.

Algunas de esas historias fueron muy curiosas, como la del entrenador del Granada, Bernardino Pérez, fue a recoger al aeropuerto al jugador argentino Aguirre Suárez, durante el trayecto le fue dando instrucciones de lo que iba a ser su vida inventada: “Tu padre es de Pamplona”. Se lo repitió mil veces. En el momento de la conferencia de prensa un periodista le preguntó:
-¿Así que su padre es Navarro?
-De Navarro, nada; de Pamplona.

-La selección chilena empezó en julio de 1989 su torneo de clasificación para la Copa Mundial de Fútbol que se iba a celebrar en 1990. Para ello, contrataron al entrenador Orlando Aravena. Chile ganó por 1-3 a Venezuela en Caracas, empató 1-1 ante Brasil en Santiago de Chile y ganó por 5-0 a Venezuela. Ese último partido, se jugó en Mendoza, Argentina, por un castigo a Chile por el mal comportamiento de su hinchada.

Chile quedó junto a Brasil en la cabeza de la clasificación con cinco puntos, aunque la diferencia de goles de los brasileños le permitía clasificarse. Chile tenía que ganar el partido de vuelta, mientras que Brasil sólo tenía que empatar para clasificarse.

El 3 de septiembre de 1989, la selección de Chile se enfrentó a Brasil en el estadio Maracaná. Cuando Chile iba perdiendo por 1-0, el portero Roberto Rojas fingió que lo habían herido con una bengala, de esa manera, todos los jugadores abandonaron el campo con el argumento de que no había garantías de seguridad.

Más tarde, el portero, declaró que el mismo se había causado la herida en la cara para fingir un ataque de los hinchas brasileños. El motivo era que se volviera a jugar en una cancha neutral. Rojas fue alejado a perpetuidad de los campos de fútbol, en el año 2000 recibió una amnistía. Además, Chile fue excluido de participar en las eliminatorias de la Copa Mundial de la FIFA de 1994. También se sancionó a Sergio Stoppel; presidente de la Federación de Fútbol de Chile, a Orlando Aravena; entrenador, a Fernando Astengo; defensa, subcapitán del equipo, y a Daniel Rodríguez; médico, entre otros.

A esta historia se la llamó: “Macaranazo de la Selección Chlena”, “Condorazo” o “Bengalazo”.

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