31 de mayo de 2015

EL RAPTO DEL CUERPO DE ABRAHAM LINCOLN


Abraham Lincoln (1809-1865), Presidente de los Estados Unidos, sufrió un atentado el 14 de abril de 1865, cuando se encontraba en el Teatro Ford de Washington. Sobrevivió al disparo, pero las heridas eran tan graves, que falleció al día siguiente.

El cuerpo de Abraham Lincoln sufrió dos intentos de rapto en el cementerio de Oak Ridge, en Springfield, Illinois, los autores, unos chapuceros. Tenían dos planes, el primero se tenía que realizar el 3 de julio de 1874, víspera del Día de la Independencia, se eligió precisamente ese día, porque todas las personas estaban ocupadas en preparar los festejos.

El cabecilla del grupo era Big Jim Kinealy, un mafioso que estaba especializado en la falsificación de billetes. Estaba muy enfadado porque habían encarcelado a Benjamín Boyd, su compinche y persona indispensable para la imitación de esos billetes. Así que improvisó una banda para secuestrar los restos de Lincoln y pedir un cambio: el cuerpo del presidente y 200.000 dólares en efectivo, por la libertad de Benjamin Boyd.

El plan no les salió nada bien, uno de los delincuentes llamado “El Bocazas”, cometió el error de contarle a una prostituta sus planes. Ella, se lo comunicó a la policía de Illinois, el plan no resultó. Big Jim formó, unos meses después, una nueva banda y con ella volver a repetir el golpe, el 7 de noviembre de 1876, sería el día (ese día se iba a conocer el nombre del nuevo presidente de los Estados Unidos). En esta ocasión contrató a dos profesionales, Terrence Mullins y Jacques Hughes. En esta ocasión también alguien se fue de la lengua y los servicios secretos se enteraron de los planes, se infiltraron dentro de la banda.

El día del secuestro, en el mausoleo de Lincoln, se encontraron con una gran tropa de policías esperándolos. Los ladrones al observar unos cuerpos que aparecían detrás de las tumbas con intención de perseguirlos, salieron despavoridos de allí.

A Kinealy nunca lo atraparon, a Mullins y Hughes sí, aunque sólo os condenaron a un año de prisión (el robo de cadáveres no era un delito) y a pagar una multa de 75$ por haber conspirado para robar un ataúd. Por supuesto el falsificador Benjamín Boyd no salió de la cárcel y allí murió.

Como consecuencia a los robos, el cuerpo de Lincoln fue escondido en otra cripta durante varios años. A finales de 1901, el cadáver fue colocado definitivamente en un nuevo mausoleo con toneladas de cemento encima para evitar cualquier sacrilegio.

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