EL VOTO DEL FAISÁN

En mayo de 1453 cae Constantinopla en manos de Mohamed el Conquistador. Felipe II, Felipe el Bueno (1342-1404), conde de Borgoña, lanzó una cruzada para recuperar la ciudad, pero no le salió bien, e incitó a los caballeros de la Orden del Toisón a arriesgar su vida ante la Cruz amenazada.

Ese evento se realizó en unas fiestas celebradas en la ciudad de Lille (el 17 de junio de 1454), donde se sirvió un faisán asado. Está fiesta, desde entonces se conoce como el “Voto del Faisán”. Este voto respondía a unos antiguos usos y costumbres de los caballeros, que se comprometían a una hazaña heroica, y solían prestar juramento sobre un ave considerada como noble, esas aves eran una garza, un pavo real, un cisne o el faisán. En el transcurso de la fiesta el animal era servido asado pero cubierto con su pellejo y sus plumas ya que los cocineros eran maestros en el arte de despellejar y volver a revestir a las aves.

Una dama de clase social alta, depositaba la pieza ante uno de los caballeros más valientes. Éste, a su vez, lo ofrecía a otro a quien consideraba más digno y así iba de mano en mano, hasta llegar al elegido. A éste le tocaba pronunciar el voto y trinchar el animal en tantos trozos como caballeros le acompañaban a la mesa y de manera que cada uno de ellos quedara satisfecho de su porción.