CONSTRUCCIÓN DE UNA TELA DE ARAÑA

La seda de la araña está hecha de fibroínas (unas proteínas). Esta seda es muy resistente, llega a ser más fuerte que el acero, a la vez es muy elástica. Cada fibra  mide una milésima de milímetro. Nadie ha podido imitarla de forma artificial.

Esta seda sale en forma líquida a través de sus glándulas de hilado. Al entrar en contacto con el aire se endurece instantáneamente y se convierte en seda. La araña va estirando con las patas y la convierte en un hilo fino y largo. Ella no queda atrapada en su propia red porque sabe que eso hilos son como pegamento. Esta sustancia se endurece con los movimientos fuertes de las víctimas, pero no con el movimiento suave de la araña.

Construir una tela de araña es un proceso muy complicado. La araña primero lanza un hilo largo de seda (punto 1) que puede estirar en el aire hasta alcanzar otro punto de anclaje (punto 2), por ejemplo una rama, un techo, etc. Una vez que la tiene en el punto de anclaje, la araña la estira para que quede tirante y vuelve al punto 1, de esa forma crea un hilo puente. Desde ahí hace un segundo hilo que parte del punto 1 y se une al punto 2, dejándolo más suelto para que caiga.

La araña se desplaza hasta la mitad de este punto 2, centro de la telaraña, con su peso el hilo baja y forma una V, desde allí, lanza un tercer hilo, bajando hacia otro punto de anclaje, colocado, por ejemplo, en otra rama. La V se convierte en una Y, de esta forma se obtiene otro de los ejes principales. La araña sigue tejiendo de esta forma hasta completar la telaraña.

Una vez que está completa, la araña empieza a tejer en forma circular comenzando por el centro. El dibujo es muy parecido al del centro de una rueda de bicicleta. Por estos senderos, la araña puede caminar con tranquilidad.

Seguidamente teje la espiral, empieza por el centro y usa las líneas radiales como guía. Esta espiral es la que contiene la sustancia adhesiva que es la que atrapa a los insectos que caen en ella.

Una vez que termina la telaraña, la araña se coloca en el centro a esperar que sus víctimas caigan en la trampa y correr hacia ella, la rapidez de cazar a sus presas viene por la sensibilidad de las arañas que notan las vibraciones de las víctimas cuando se acercan. 

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