TABERNAS EN ATENAS

Las tabernas de Atenas tenían muy mala reputación, eran al mismo tiempo escondites de malhechores y albergues de jugadores profesionales, siempre buscando a algún “tonto” para timarlo. Ser sorprendido en uno de estos antros era considerado un deshonor para un ciudadano. En muchas ocasiones estas tabernas eran "normales" y todas estás tropelías se hacían en las trastiendas.

Estas tabernas tenían la reputación de ser el centro de operaciones de las prostitutas. Las extranjeras las frecuentaban, siendo muy tentadoras para las jóvenes que buscaban el dinero de esa manera para poder comprar sus caprichos.

Los jugadores profesionales de dados, bochas, par o impar, etc., las apuestas eran con monedas. El juego era muy apreciado por los atenienses. Los niños caían a veces en el vicio del juego y eran presas fáciles para los jugadores profesionales, en muchas ocasiones les hacían contraer deudas, al final eran los padres quienes pagaban el dinero perdido por los hijos.

También se apostaba en peleas de gallos, de codornices o de perros. Los jugadores apostaban verdaderas fortunas a los animales. A estos se les criaba con cuidados exquisitos, antes del combate, para que fueran más agresivos, se les hacía comer ajo. Para que en las peleas de gallos el espectáculo fuera más violento, se les colocaban púas de metal en los espolones, de esta manera las heridas eran mortales para el adversario.

En estos garitos se mezclaban todas las clases sociales, apasionados del juego, las apuestas, el ambiente clandestino, etc.