16 de noviembre de 2013

SENEFERU Y TCHATCHA-EM-ANKH (CUENTO MÁGICO)


El Papiro de Westcar es un texto egipcio, escrito en papiro, en él hay una serie de cuentos mágicos. El papiro mide 169 centímetros de longitud y 33 centímetros de altura. Se cree que fue escrito cerca del 1.500 a. C., pero la historia pertenece al Imperio Antiguo.

La historia es la siguiente:

Un día el faraón Seneferu estaba deprimido y pidió a los nobles de palacio que buscaran una fórmula para alegrar su corazón, pero los nobles no encontraron nada que lo animara. El faraón ordenó que su sacerdote y escriba Tchatcha-em-ankh fuera llevado de inmediato a su presencia, el sacerdote fue traído ante él.

Cuando el sacerdote llegó el faraón le dijo: “Mi hermano he ordenado a los nobles que busquen algo para contentar mi corazón, pero ellos no han encontraron nada para mí”. El sacerdote le dijo al faraón que hiciera una excursión a un lago cercano a palacio, y que navegara en él rodeado de las comodidades de la casa real. De esa manera, le dijo, su majestad se alegrara con la navegación de arriba y abajo del lago, pues ahí veras las bellezas del lago, la hermosura de los bancos y los campos que se extienden a su alrededor.

Después le pidió al faraón que le permitiera organizar la excursión, y pidió su permiso para llevar en el barco veinte remos de caoba laminados de oro, así como veinte jóvenes vírgenes, y veinte redes con las que las vírgenes se vestirían en lugar de sus atuendos habituales. Las vírgenes irían remando y cantando. El monarca dio su permiso y se subió al barco.

Las vírgenes remaban arriba y abajo del lago, el faraón las observaba y su corazón empezó a olvidarse de sus preocupaciones. Una de las jóvenes remeras metió la mano entre sus cabellos y uno de sus adornos hecho de turquesa cayó al agua y se hundió, entonces dejó de remar, al verla, sus compañeras también dejaron de remar.

Cuando el faraón se dio cuenta les dijo: -¿Por qué no remáis?, ellas le contestaron: -Nuestra líder ha dejado de hacerlo. El rey se dirigió a la doncella que había dejado de remar y le pregunto porque lo había hecho, ella se lo contó. Él le prometió que le devolvería el adorno.

El faraón ordenó a Tchatcha-en-ankh que le ayudase a recuperar el adorno de turquesa. El sacerdote y escriba dijo entonces unas palabras de poder (hekau) con las que logró que una sección del agua del lago se pusiera sobre la otra, encontrando el adorno que le devolvió a la doncella. El mago, sacerdote y escriba dijo otras palabras de poder y el lago volvió a estar como antes.

El faraón celebró una fiesta en la casa real y premió a Tchatcha-em-anhk con toda clase de regalos, por haberle devuelto la alegría a su corazón.

0 comentarios :