11 de octubre de 2013

EL ÚLTIMO VUELO DE AMELIA EARHART


Cuando María Amelia Earhart (1897-1937) tenía 10 años vio su primer avión no se impresionó.Una década después asistió a una exhibición acrobática, y eso la dejó extasiada. El 28 de diciembre de 1920, Frank Hawks, piloto, le dio un paseo en su avión y eso supuso un cambio en su vida. En el momento en que habían ascendido unos trescientos pies dijo: -Yo sabía que tenía que volar.

Prosiguió con sus estudios, asistió a la universidad y se convirtió en trabajadora social en Denison House, una casa de acogida en Boston.

El 3 de enero de 1921 recibió su primera clase de vuelo, y en seis meses logró ahorrar el suficiente dinero para comprarse su primer avión. Era un biplano de dos asientos pintados de color amarillo brillante, lo llamó el “Canario”. Lo utilizó para establecer el record femenino a una altura de 14.000 pies.

En abril de 1928, le propusieron por teléfono si le gustaría ser la primera mujer en volar por el Atlántico. Pensando que era una broma, y no creyó que la propuesta iba en serio hasta que la persona que llamaba le dio las referencias oportunas. Entonces su respuesta fue ¡Sí!

Viajo a Nueva York a una entrevista con los coordinadores del proyecto. En esa reunión se encontraban también el periodista, editor y publicista George P. Putnam, el piloto Wilmer Stultz, y el coopiloto y mecánico Louis E. Gordon. Iban a ser sus compañeros de viaje.

El 17de junio de 1928, salieron del puerto Trepassey, en Terranova en un Fokker F7 llamado “Amistad”. 21 horas después llegaron a Burry Port, en Gales. Este vuelo fue histórico ya que tres mujeres habían muerto antes, tratando de ser pioneras en la aviación.

A partir de entonces su vida giró alrededor de aviones, vuelos y records. El 7 de febrero de 1931 se casó con George Putnam, el periodista. El amor entre ellos surgió en la travesía por el Atlántico.

Entre ellos pronto nació la idea de que Amelia cruzara el Atlántico de nuevo, esta vez sola. En 1932 realizaron un intento, pero hubo problemas y tuvieron que dejarlo mientras sobrevolaba Irlanda. El 11 de enero de 1935, logró cruzar en solitario el Océano Pacífico.

El 1 de junio de 1937, a punto de cumplir los 40 años, se propuso ser la primera mujer en dar la vuelta al mundo en su avión. Junto a su asistente en vuelo Fred Noonan, partió de Miami, el 29 de junio llegó a Nueva Guinea, rumbo a Honolulú. El siguiente problema era no perderse y llegar a la isla a repostar. Los guardacostas estaban en todo momento en contacto con ella, buques de los Estados Unidos se habían colocado en alta mar para indicarle la ruta. las condiciones atmosféricas no acompañaban.

El 2 de julio despegaron hacia la isla Howland. La comunicación con la Guardia Costera Itasca, estaban en todo momento en contacto con ellos por radio, en algún momento algo falla y se interrumpe la comunicación. El último mensaje que se escucha es diciendo que el combustible se está agotando, y que sólo vuelan a 1000 pies de altitud.

Eso fue lo último que se supo de Amelia Earhart y su compañero de vuelo, se perdieron sin dejar rastro. Los equipos de rescate cancelaron la búsqueda el 19 de julio.

Dejó a su marido una carta por si no volvía de alguno de esos vuelos, como así fue. La carta decía: “Por favor, soy consciente de los peligros. Las mujeres deben tratar de hacer las cosas como los hombres. Cuando fallan, su incapacidad no debe ser sino un reto para los demás”.

En 1938 se construyó un faro en la isla de Howland en su memoria. Como anécdota; el reloj que llevaba puesto cuando atravesó el Atlántico, lo llevó una astronauta de la Estación Espacial Internacional.

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