LA NAVETA D'ES TUDONS (LEYENDA BALEAR)

Dos jóvenes gigantes que vivían en los alrededores de Ciutadella (Menorca), pretendían el amor de una joven que, con su indecisión, complicaba la vida a los muchachos.

Los dos pretendientes decidieron para solucionar aquella situación, que su destreza solucionaría el problema, y con un pacto entre ellos, resolvieron construir dos obras descomunales.

Uno debía construir con piedras bien cortadas y compuestas, un navío volcado y el otro, con solo las fuerzas de sus brazos perforar cerca de allí un pozo, en el duro suelo de “Es pla d’es tudons”.

El que primero terminara su tarea resultaría ganador y se llevaría como premio a la muchacha, que mientras tanto, cada noche, repartía por igual sus favores entre los dos jóvenes.

Los dos muchachos pusieron todo su empeño. Uno abrazado a una enorme barrena empezó a agujerear el durísimo suelo. El otro arrancaba piedras de una cantera cercana y cargándolas sobre sus hombros, iba formando la estructura de la nave.

Los trabajos iban progresando. En el último viaje, cargado con la piedra que terminaría su obra, el gigante de la naveta se asomó para dar la noticia a su adversario. Desde el fondo le llegó la voz excitada del otro: “No importa que la termines. He ganado yo, acabo de encontrar agua”.

Toda la nobleza que hasta entonces había existido entre ellos con el desafío, desapareció en un segundo. Cegado por los celos, el gigante de la naveta, levantó la roca sobre su cabeza y la tiró al interior del pozo.

Un estruendo se escuchó del fondo del pozo, el gigante quedó aplastado en el fondo del agujero que el mismo había perforado.
Del otro, nadie supo jamás su paradero.

Esa es la explicación de por qué a la Naveta d’es Tudons le falta una piedra. Dicen que está en el fondo del Pou de sa Barrina, en el predio de Ses Angoixes, pero nadie ha sido capaz de sacarla.