LA FAMILIA JUDÍA EN LA EDAD MEDIA
En las comunidades hebreas el núcleo básico de organización social era la familia. Ésta se regía según un estricto régimen patriarcal, de forma que la autoridad correspondía al varón de mayor edad y dignidad.
El cabeza de familia era el que dirigía las oraciones y las ceremonias rituales como las cenas del shabat (sábado) y de Pesah (Pascua), también era el que se encargaba de bendecir los alimentos en cada comida.
Entre las celebraciones familiares más destacadas estaban las que tenía lugar con el nacimiento, el matrimonio y la muerte, que marcaban el ciclo vital de los judíos en la Edad Media.
El rito del nacimiento más importante era la circuncisión, que se celebraba el octavo día del nacimiento del varón y suponía su incorporación a la comunidad.
El matrimonio era otra ocasión de alegría familiar. La ceremonia estaba dividida en dos fases; los esponsales y la boda, que en la Edad Media solían unirse en una misma celebración al final de la cual tenía lugar el banquete, con danzas acompañadas de instrumentos musicales.
La muerte de una persona obligaba a familiares y allegados a celebrar diversos ritos; la purificación del cadáver, la elaboración del sudario, el amortajamiento, la preparación de la tumba, el entierro y los responsos en la sinagoga, estas tareas las llevaba a cabo cofradías construidas para estos fines.
El fallecimiento de un familiar próximo iba acompañado de un período de duelo de siete días, durante los cuales los allegados permanecían la mayor parte del tiempo en casa, sentados sobre unos almohadones o en taburetes bajos, vestidos de negro y tomando una comida escasa, que los judíos sefardíes llamaban cohuerzo.
El cabeza de familia era el que dirigía las oraciones y las ceremonias rituales como las cenas del shabat (sábado) y de Pesah (Pascua), también era el que se encargaba de bendecir los alimentos en cada comida.
Entre las celebraciones familiares más destacadas estaban las que tenía lugar con el nacimiento, el matrimonio y la muerte, que marcaban el ciclo vital de los judíos en la Edad Media.
El rito del nacimiento más importante era la circuncisión, que se celebraba el octavo día del nacimiento del varón y suponía su incorporación a la comunidad.
El matrimonio era otra ocasión de alegría familiar. La ceremonia estaba dividida en dos fases; los esponsales y la boda, que en la Edad Media solían unirse en una misma celebración al final de la cual tenía lugar el banquete, con danzas acompañadas de instrumentos musicales.
La muerte de una persona obligaba a familiares y allegados a celebrar diversos ritos; la purificación del cadáver, la elaboración del sudario, el amortajamiento, la preparación de la tumba, el entierro y los responsos en la sinagoga, estas tareas las llevaba a cabo cofradías construidas para estos fines.
El fallecimiento de un familiar próximo iba acompañado de un período de duelo de siete días, durante los cuales los allegados permanecían la mayor parte del tiempo en casa, sentados sobre unos almohadones o en taburetes bajos, vestidos de negro y tomando una comida escasa, que los judíos sefardíes llamaban cohuerzo.
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