LAS COSAS DEL ESPECTÁCULO-6
Durante toda su larga carrera, siempre llena de grandes triunfos, Sarah Bernhardt nunca confió su dinero a un banco. Exigía que se le pagara con monedas de oro que llevaba con ella en una antigua bolsa de gamuza. De esa bolsa sacaba para pagar a su compañía, a sus criados y a sus acreedores. Cuando las monedas eran demasiadas para llevarlas en la bolsa, ponía las sobrantes en un baúl que guardaba debajo de la cama.
Los admiradores del actor americano Edwin Forrest, y los del actor británico William Charles MacReady, chocaron violentamente en las afueras de la Opera de Nueva York (Astor Place Opera House) en 1849, MacReady representaba allí Macbeth, murieron veintidós personas en el encuentro.
Después de varios meses de discusión y de programación, Richard Rodgers tardó solo cinco horas en componer la obertura, la música del ballet y las canciones para su gran éxito musical en Broadway, con Oscar Hammerstein “Oklahoma”, la obra recibió el título provisional de Nos vamos lejos.
Al filmar la película “El fin de semana perdido”, sobre la vida de un alcohólico, las tomas exteriores se hicieron en la ciudad de Nueva York y las interiores en Hollywood. Las últimas incluían una réplica exacta de un bar de la Tercera Avenida, P.J. Clarke’s. En el estudio cinco de la Paramount Pictures, Clarke’s volvió a renacer completo, hasta con el polvoriento gato de aserrín encima de la cabina del teléfono. Ray Milland, que era la estrella de la película, dijo que, durante una semana, todas las tardes, a las cinco, cuando se abría la puerta del estudio, un hombre entraba hasta el bar, pedía un bourbon puro, hablaba sobre el tiempo, dejaba cincuenta centavos encima del mostrador y salía en silencio. Era el escritor Robert Benchley, que sentía nostalgia por Nueva York.
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