4 de septiembre de 2019

LA MUERTE DE HITLER



A finales del mes de abril de 1945, Berlín, capital del Tercer Reich, estaba rodeada por el ejército soviético y una gran cantidad de bombas caen sobre la ciudad. El dueño del atroz régimen nazi, Adolf Hitler, sabía que la situación era desesperada. Encerrado en el refugio antiaéreo situado debajo del edificio de la Cancillería, sede del gobierno, sintiéndose perdido, decide poner fin a su vida.

A partir del 23 de abril, Hitler informó a Keitel, comandante en jefe de las fuerzas armadas, y a Speer, ministro de armamento, su decisión de suicidarse y de hacer desaparecer su cuerpo. No quería que sus restos sirvieran de espectáculo. En la noche del 26, los rusos comenzaron a bombardear la ciudad y estaban a solo dos kilómetros de la Cancillería.

El día 28, Hitler redactó dos testamentos, uno personal y otro político, en el cual nombró al almirante Dönitz como su sucesor. Al día siguiente, recibió la noticia de la muerte de Mussolini, quien había sido su aliado desde el inicio. Desde ese momento Hitler preparó su minuciosamente su suicidio.

Primero hizo matar a su perro. El 29 de abril, se casó con su compañera Eva Braun y, al día siguiente, después de despedirse de su estado mayor y de sus últimos partidarios, se retiró con su mujer a sus habitaciones. Se escuchó el ruido de un disparo. Después de una breve pausa, sus familiares, que esperaban delante de la puerta, entran en la habitación. Hitler está tendido sobre el sofá, cubierto de sangre. Se disparó una bala en la boca y perdió la mitad de la cabeza, Eva Braun está tendida a su lado, murió envenenada.

Los dos cadáveres fueron transportados al jardín, las salidas se cerraron para que solo algunas personas pudieran asistir a las exequias. Vertieron 180 litros de gasolina sobre los cadáveres, que ardieron durante todo el día. Cuando los rusos entraron en el bunker encuentran algunos cuerpos pero, no el de Hitler y Eva.

0 comentarios :