ÁGUILA DORADA

El águila dorada tiene unos ojos muy grandes en relación a su cuerpo; si nuestros ojos tuvieran la misma proporción serían como naranjas. También tienen 600 000 conos por mm² en la retina, cuatro veces más densidad que en el ojo humano. La combinación de estos factores hace que el águila dorada tenga dos veces y media más resolución. Tiene un segundo párpado transparente llamada membrana nictitante que se abre hacia los lados. Justo antes de atacar, la membrana se cierra para proteger los ojos.

El águila dorada rara vez ataca a sus presas desde lo alto con una bajada en picado, prefiere merodear en círculos y atacar cuando hay una corriente descendente cercana al suelo. el ataque del águila tiene que ser por sorpresa y certero, si falla el primer golpe tiene pocas probabilidades de tener éxito en una persecución.

El águila dorada usa las plumas primarias de la orilla de las alas para controlar las turbulencias y aumentar la elevación. Puede extender la cola para unirla a las alas y formar un ala delta, o puede recogerla para alcanzar la máxima velocidad.

Necesita espacios muy amplios con acceso a acantilados o árboles para hacer sus nidos pero son vegetación densa. En las latitudes más al norte este tipo de terreno se extiende hasta llegar al mar. En el sur, el águila se queda en las montañas.