EL LAPIDARIO DE ALFONSO X EL SABIO Y LA MAGNETITA

El mundo mineral ha llamado la atención de los sabios. Estos escribían sus conocimientos empíricos y fabulosos relacionados con la astrología y la alquimia, en los llamados lapidarios. Uno de los más famosos es el Lapidario de Alfonso X el Sabio.

La primera piedra de la que se habla en el lapidario es la magnetita o piedra imán, sobre ella dice:

“La piedra que está en el primer grado de él, llamanle magnetes, y en lenguaje castellano aymante. Esta piedra es negra en su color. Si se quisiere que esta piedra pierda su virtud, métase en agua de ajos o de cebollas, de manera que esté cubierta toda, tres días y tres noches, y la perderá: y si se quiere que la recobre, métase otros tres días y tres noches en sangre de cabrón; que esté también toda cubierta y la recobrará, mudando la sangre cada día”.

En otros lapidarios medievales dicen que si se coloca la piedra sobre la cabeza de una mujer dormida, si es casta se dará la vuelta acostándose sobre el vientre y si es impúdica lo hará sobre la espalda.

También cuentan que si meten la piedra en un terrazo, en horno que sea de fuego fuerte, y lo hacen tres cuatro veces, cambiando cada vez aquel terrazo por otro nuevo, y cuando se quema y se saca del horno, se pone cerca de ella un poco de azufre y rocían la piedra con agua, saldrá de ella un fuego tan fuerte que quemará muy lejos. Además, quien es débil de corazón, la piedra le dará fuerza, y si es fuerte, lo hará más fuerte todavía.

En el lapidario del rey Sabio se cita también la piedra gurudica, a la que llama deshacedor del hígado, esta piedra tiene la propiedad de que cuando la pulen y dan lo que de ella sale a beber a algún hombre a quien huela mal el cuerpo por culpa del sudor, se le quita y además huele bien. Otra de sus propiedades es matar a los gusanos de los intestinos, poniendo la piedra sobre el vientre.