MERCADOS DURANTE LOS JUEGOS OLÍMPICOS EN GRECIA

Desde un primer momento hubo en Olimpia, junto con los Juegos, un mercado. La aglomeración de gentes venidas de todas partes atraía la ambición de lucro de los pequeños vendedores no sólo de artículos de primera necesidad, sino de infinitas “chucherías”.

Durante el período de las pruebas y las solemnidades religiosas que las acompañaban, Olimpia se convertía en el paraíso de los “Kapeloi”, o pequeños comerciantes que instalaban allí sus tenderetes.

El dinero procedente de toda Grecia, corría en cantidad, así que por una temporada al año las inmediaciones del Altis, en el Peloponeso, se convertían en el mayor mercado de divisas de Grecia.

Junto al vulgo, que dormía a la intemperie, en condiciones higiénicas deplorables, se encontraban las delegaciones oficiales de las ciudades (los theoroi). Todo ello atraía a artistas y a vendedores de objetos de lujo y muy caros. Se sabe que el pintor Aetión expuso públicamente en Olimpia su cuadro de la boda de Alejandro IV (Alejandro Magno) de Macedonia y Roxana.

Junto a los artistas venían los intelectuales, predicadores populares, y tipos pintorescos como los filósofos; Peregrino Proteo, Gorgias, Lisias, Isócrates, Hipias de Elis, Pródico de Ceos, Polo de Agrigento. Heródoto también pronunció algún discurso, y leyó algunos fragmentos de sus obras.