ŠĆEPAN MALI, EL IMPOSTOR

Stefan Mali (Šćepan Mali) (1767-1773), también conocido como "el pequeño Stefan", fue un impostor que se hizo pasar por el zar Pedro III de Rusia, asesinado en 1762.  Stefan apareció en escena cinco años después de la muerte del zar.

Stefan había ejercido la medicina, era bien proporcionado, de buena presencia y de ademanes refinados, gran conversación lo que ayudó a poderse mover en distintos ambientes y clases sociales.

Un día llegó a Montenegro, que estaba gobernado por el vladika (jefe de la iglesia y del Estado en Montenegro hasta 1852) Sava, y que después de veinte años dedicado a la vida monacal, era incapaz de gobernar. El pueblo exigía un gobernante enérgico, y cómo no estaban muy satisfechos con Sava, Stefan llegó en el momento más oportuno.

Él les contó una historia extraordinaria, llena de aventuras. Como no tenía la intención de regresar a Rusia, a los montenegrinos les pareció estupendo contar con él, como aliado para mantener la independencia. Tal era su poder de persuasión que el patriarca serbio le regaló un carísimo caballo. De esa manera el vladika regresó al monasterio y dejó gobernando a Stefan.

Gobernó con ganas, se dedicó a castigar a los maleantes, se ejecutó a los ladrones, estableció tribunales de justicia y, entre otras cosas, mejoró la comunicación del pequeño Estado de Montenegro.

A principios del siglo XVIII, el rey Pedro el Grande, ofreció su protección a Montenegro, porque podías serle útiles en sus trifulcas contra los turcos. Stefan seguía haciendo muy bien su trabajo, entorpeciendo los planes del monarca, así que, le declararon la guerra. Él no se atrevió a enfrentarse al ejército que atacó Montenegro. En vista de los acontecimientos, la zarina Catalina que había hecho oídos sordos a las sospechas generales sobre el falso zar, lo denunció como impostor.

Él lo admitió, y fue encarcelado. Pero la necesidad de un hombre fuerte al frente de los asuntos de Estado, llevó a Catalina a nombrar a Stefan como regente.  Gobernó Montenegro cuando ya se había quedado ciego y se había retirado a un monasterio. Allí lo asesino un sirviente griego, en el año 1773, según cuentan por orden del pachá de Scutari.