13 de marzo de 2013

TALISMÁN DE ISIS



Isis, conocida con el sobrenombre de la Buena Diosa, era la divinidad bienhechora de los egipcios. Su principal atributo era el trébol de cuatro hojas, una de las singularidades vegetales más raras que se conocen, tan rara como la felicidad, con cuyo trébol hizo el emblema isíaco. El trébol de cuatro hojas no es una especie diferente, sino el mismo trébol normal el “trifolium pratesse”, que por la voluntad de Isis, tiene una hoja de cuatro lóbulos. La planta que tiene esta distinción divina, no florece jamás y no puede reproducirse.

Entre los egipcios, que habían consagrado un culto especial a Isis, no eran iniciados en los misterios nada más que los que habían encontrado el trébol de cuatro hojas. El encuentro era a los ojos de los patriarcas una prueba evidente de que la diosa los protegía.

Durante la ceremonia solemne de la iniciación, el novato ofrecía a Isis, en el momento de los sacrificios, la hoja que había encontrado y recibía en cambio de las manos del gran sacerdote un trébol de cuatro hojas de plata, “tahsmán sagrado” (talismán sagrado).

La felicidad acompañaba a este talismán. El novio se lo ofrecía a la novia como señal de amor, la madre lo colgaba al cuello de su hijo como protección para las adversidades de la vida, y dentro de la familia se transmitía de padres a hijos como símbolo de prosperidad. También se colocaba en los sarcófagos, confiando en su eficacia hasta para la otra vida.

Se sabe de la importancia del trébol de cuatro hojas, ya que la esculpían en los monumentos y jeroglíficos. En el Obelisco de Londres, llamado “Aguja de Cleopatra” está el trébol. También se ve en la tabla isíaca que representa los misterios de Isis, en la galería real de Turín, los sacerdotes de esta diosa sujetaban su túnica de color púrpura con un alfiler en forma de trébol de cuatro hojas, prendido en los hombros.

Para su fabricación se utilizaban plata o platino, escogiendo las horas de 9 a 11 de la noche, en lunes y con luna llena.

Las invocación que realizaban era:

“¡Oh, astro solitario y misterioso, que caminas eternamente por ese espacio sin límites, derramando tu melancólica luz, sobre este planeta llamado tierra, yo, el más humilde de los mortales, te pido en esta solemne hora que fijes tus rayos y mercedes sobre este metal que lleva tu imagen, dotándole de las virtudes mágicas necesarias, para que por su mediación pueda conseguir la dicha, la fortuna, la salud, el poder y el amor durante el curso de mi vida sobre este planeta. 

Si atiendes a mi súplica, yo te prometo en agradecimiento a tus favores, recordarte en todas las horas de mi vida!”.

Esta invocación se tenía que repetir tres veces durante 30 noches en las mismas horas, de 9 a 11.

2 comentarios :

vestidos de novia cali DICE
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Ana DICE

Vestidos de..., muchas gracias. Un saludo.