LAS AVENTURAS DE MIGUEL DE CERVANTES
En repetidas épocas de su vida, Miguel de Cervantes Saavedra
(1547-1616), se vio rodeado en duelos, y peleas amorosas de toda clase. Combatió
como soldado y oficial en muchas campañas (en una de ellas perdió la movilidad
de una mano) y fue esclavizado, recluido y excomulgado.
En 1569, fue acusado de haber herido a Antonio de Sigura, y
fue desterrado (diez años) y a que le fuera cortada la mano derecha. Consiguió huir
a Italia y de esta forma no cumplió la condena. En Italia se alistó en el ejército
del Cardenal Giulio Acquaviva.
En 1571, participó en la Batalla de Lepanto, resultando
herido en la mano izquierda, que le quedó inútil para siempre.
Después de varias aventuras, cuando volvía a España en barco,
fue apresado por piratas berberiscos, que lo apresaron en Argel. Al leer las
cartas de recomendación que llevaba, firmadas por personajes de alta alcurnia
como el virrey de Sicilia, los piratas pidieron un rescate muy alto. Cinco años
después, después de intentar huir en varias ocasiones, fue liberado, previo pago
de 500 ducados.
Ya en España, antes de casarse en 1584, con Catalina
Palacios de Salazar y Vozmediano, Cervantes tuvo una hija (Isabel) con su
amante Ana Franca de Rojas, que estaba casada con un cómico.
En 1597, de nuevo fue encarcelado en la prisión real de
Sevilla, por un asunto de desfalco en la oficina de recaudación de provisiones
para la Armada Real, la Armada Invencible, que estaba a su cargo. Permaneció en
la cárcel 3 meses, donde aprovecho para empezar Don Quijote de la Mancha.
Fue nuevamente arrestado por la supuesta implicación en el
asesinato de un noble navarro, Gaspar de Ezpeleta, ocurrido en la puerta de su
casa. Fue absuelto poco después.
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