EL ERROR DE WILLIAM HOWARD RUSELL
William Howard Rusell (1821-1907) fue el primer periodista
al que se le aplicó el apelativo de corresponsal de guerra. Pero no solo es
conocido por eso, sino también por se el mejor periodista de su época, porque
acuñó la expresión “la delgada línea roja”. También por ser un fiel defensor de
la verdad, siempre levantaba polémicas con el gobierno a causa de sus crónicas.
Por esa razón, fue culpable de la caída del gobierno de su
nación, le llamaron traidor, fue expulsado de varios países y recibió
muchísimas amenazas de muerte, entre ellas las de la casa real inglesa o de
algunos generales norteamericana.
La carrera profesional de Rusell empezó con una metedura de
pata. Con veinticuatro años recibió su primer trabajo importante por parte de
The Times. El trabajo consistía en ir a Dublín a cubrir el juicio contra un importante
nacionalista irlandés. El veredicto final fue el culpable y, como no se
disponía de telégrafo, empezó una carrera veloz para todos los corresponsales
que se encontraban cubriendo la noticia. Había que llegar a Londres antes que
nadie para ser el primero en poner la noticia en la calle.
Rusell fue el primero en llegar y, al entrar exhausto en el
edificio de The Times, solo fue capaz de decir la palabra: culpable, a la
primera persona que se encontró. La pena es que esa persona que se encontró era
un reportero del Morning Herald, que salió corriendo hacia su periódico, de
manera que fue este el primero en dar la noticia.
Este fallo le costó a Rusell ser el hazmerreír de toda la
profesión durante mucho tiempo.
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