LAS AVENTURAS DE PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA
La vida de Pedro Calderón de la Barca (1600-1681), estuvo
llena de algunos contratiempos con la justicia. Calderón comenzó su etapa
adulta participando como soldado en campañas en el norte de Italia, Normandía y
Flandes.
Cuando volvió a España, fue acusado de violar el asilo
eclesiástico del convento de los Trinitarios en compañía de su hermano, en
persecución del agresor de éste, lo que le acarreó, además de ciertos problemas
con la ley, la mofa y el escarnio de personajes tan influyentes como Lope de
Vega y el más famoso de los predicadores de su tiempo, Hortensio Paravicino.
Saldados esos sucesos, Calderón fue honrado por el rey con
la Orden de Calatrava en 1637, después participado con éxito en el sitio de
Fuenterrabia en 1638, enrolado en las huestes
del duque del Infantado, y luego, alistado al servicio del conde-duque de
Olivares, en la guerra de Cataluña, en 1640.
En 1642 abandonó el servicio de armas pasando a servir
civilmente al duque de Alba. En ese tiempo tuvo un hijo natural, Pedro José,
con una dama desconocida, al que educó como sobrino.
En 1651, a los 51 años, reconoció a su hijo natural, y,
después de ser ordenado sacerdote, fue nombrado sucesivamente capellán de los
Reyes Nuevos de Toledo, capellán de honor del rey Felipe IV y capellán mayor de
la congregación de Sacerdotes naturales de Madrid.
0 comentarios :
Publicar un comentario