MISTICISMO EN LA RUSIA DEL SIGLO XVII

Después del siglo XVII y hasta la revolución de 1917, un gran número de sectas nacieron en Rusia. Sus numerosos adeptos practicaban rituales muy extraños.

Los combatientes del espíritu- Consideraban la religión ortodoxa como una forma de adoración, rechazaban el bautismo y no se persignaban antes de rezar como exige la tradición; tampoco aceptaban la institución del matrimonio porque consideraban que el consentimiento mutuo es suficiente. Para ellos, la principal fuente de fe no es la Biblia, sino la tradición oral viva que los fieles transmiten de generación en generación.

Los bebedores de leche- Los miembros de esta secta, fundada por Simion Oukleine, estaban en contra de los combatientes del espíritu y de la Iglesia Ortodoxa. Destruían todos los iconos o los quemaban, no tomaban bebidas alcohólicas; sus hijos no tenían juguetes, no tenían derecho a esta en la calle o comer dulces, pero nunca son castigados por sus padres. Las mujeres no llevan joyas, pero son tratadas igual que los hombres.

Los flagelantes o Khlysty (azotados)- En sus asambleas, se azotaban con atados de ramas o telas entorchadas para mortificar su carne. Según su doctrina, Cristo se reencarnaba periódicamente en seres humanos que llamaban cristo. Se conocen casos donde los participantes comulgaban tomando la orina de su cristo y entraban en comunicación con el Eterno durante bailes giratorios, sesiones de éxtasis y de trance colectivo de donde salían purificados.

Los castrados- Ramificación del grupo de los flagelantes que aparecieron en el siglo XVIII, practicaban los mismos bailes giratorios, pero les agregaban la castración obligatoria. Para ellos había que escapar del envoltorio corporal que simbolizaba el sexo para alcanzar la pureza absoluta.