OSO PEREZOSO
El abundante pelaje de los osos perezosos es tan abundante que además de proteger su piel, les hace parecer más grandes y también permite a los oseznos agarrarse bien.
Las largas zarpas tienen una curvatura perfecta para levantar el suelo suelto, subir a los árboles, excavar buscando hormigas y termitas, y sostener un panal.
El oso perezoso tiene una lengua larga y unos labios flexibles, con los que aparta los obstáculos y accede a los agujeros de las termitas. Por el hueco que hay entre sus dientes superiores, puede absorber sus alimentos favoritos.
Puede abrir y cerrar sus orificios nasales a voluntad, para retirar la suciedad y a los insectos mientras come. Se puede oír a 100 metros a un oso perezoso sorbiendo hormigas.
Los osos perezosos se atiborran de miel, aunque las abejas les piquen una y otra vez. El promedio de crías por camada es de 2. Su altura de pie sobre sus patas traseras es de 1,80 metros. El peso de un oso adulto es de 140 kilos. El único animal que compite por la comida del oso y se enfrenta a él, es el pangolín indio.
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