CASTIGOS EN LA ANTIGUA ROMA
La antigua Roma tenía problemas con el crimen, los robos, la violencia y los alborotos. Los comerciantes estafaban a sus clientes, los esclavos huían, las clases altas estaban implicadas en traiciones y conspiraciones, y un largo etcétera de delitos. Por esa razón, según el delito cometido existía un castigo.
Crucifixión-El criminal atado o clavado a la cruz y abandonado hasta morir por asfixia provocada por sus propios pulmones. Se utilizaba contra piratas, esclavos, cristianos y otros plebeyos.
Culeus-Este castigo se utilizaba para parricidas. Los condenados eran metidos en un saco y lanzados al río o al mar. En otras épocas, se incluía en el saco un perro o un pollo, también vivos. También se mencionan culebras y monos.
Apaleamiento público-Los plebeyos podían esperar castigos más severos para crímenes leves, como azotes públicos, normalmente con un látigo.
Multa-Para los crímenes leves y no violentos, el castigo más habitural era la multa.
Destierro-Los criminales de clase alta eran condenados al destierro, excepto en los casos más graves. Estos destierros duraban unos cuantos años o toda la vida. Los condenados perdían su poder y sus bienes.
Circo-Los esclavos podías ser condenados a servir en el circo como gladiadores y luchas a muerte para entretener a los romanos.
Esclavismo-Los estafadores o ladrones que no podían pagar los desagravios a sus víctimas podían pasar a convertirse en sus esclavos.
Damnatio ad bestias-Uno de los peores criminales podían ser llevados al circo para ser comiddo por los leones.
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