28 de noviembre de 2016

LUNARES POSTIZOS


La viruela, causada por el virus de la variola, fue asoló Europa durante el siglo XVII. Esta epidemia mató a miles y miles de personas, dejando atrás con numerosas cicatrices causadas por las ampollas que la misma enfermedad producía, dejando los rostros totalmente desfigurados. La mayor parte de la población europea tenía señales de viruela.

Para disimular esas cicatrices se pusieron de moda los lunares postizos, en forma de estrellas, de luna, de corazón, redondos…, algunos lucían hasta doce a la vez. Estaban fabricados en seda o terciopelo negro, se colocaban cerca de los ojos, los labios, en la frente, las mejillas, en el cuello, incluso en los pechos. Los utilizaban hombres y mujeres. En Francia los llamaban “mouche”=”mosca”.

En las fiestas, cenas o bailes, por si surgían imprevistos, se llevaban lunares de repuesto en unas cajitas pequeñas que llevaban un espejo en la tapa. Gracias al uso de los lunares postizos se creó un lenguaje muy especial: un lunar junto a la boca de una mujer decía que quería conquistar, el lunar en la mejilla derecha anunciaba que la mujer estaba casada, en la izquierda que estaba prometida, junto al ojo que desprendía pasión por todos los poros de su piel.

En 1796, gracias al gran descubrimiento de la vacuna contra la viruela por parte del médico rural inglés, Edward Jenner, la utilización de los lunares postizos pasaron de tapar imperfecciones a convertirse en un adorno más. desde ese momento los lunares se dibujaban con lápiz, y las lujosas cajas guarda lunares postizos se utilizaron como polveras.

0 comentarios :