TRONCO DE NAVIDAD
Se tiene constancia que
desde el siglo XII una de las tradiciones navideñas consistía en salir al
bosque y encontrar el tronco más grande, para luego, adornarlo, para más tarde,
el más joven y el más anciano de la
familia, echaban el tronco a la chimenea, bendecido con agua bendita o con
aguardiente, al fuego. Mientras el tronco ardía, cantaban villancicos y
contaban historias. El tronco era de una madera muy dura y grande, para que
durase toda la noche.
Las cenizas, se guardaban
hasta el año siguiente, ya que creían que tenían propiedades milagrosas que
protegían de las catástrofes y de todos los males. Esta tradición se perdió a
finales del siglo XIX, ya que en la mayoría de hogares se sustituyeron las
chimeneas por estufas de carbón.
Existían diferentes
versiones en diferentes países. En Italia se le llamaba “Ceppo”, y en
Inglaterra “Yule Log”
A finales del siglo XIX,
el pastelero francés Pierre de Lacam (Chef del príncipe Carlos de Mónaco), tuvo
la idea de inventar el “Bûche de Noël”, o Tronco de Navidad, un postre a base
de bizcocho y chocolate enrollados.
4 comentarios :
Querida Ana, hoy por la mañana una buena amiga me acaba de regalaruno hecho por ella misma; ¡estoy deseando hincarle el diente!
Feliz Nochebuena y Feliz Navidad, cara.
Profedegriego, pues yo este año he hecho dos, el de la foto y otro. Felices Fiestas, un beso.
Como se van perdiendo las tradiciones
Que buena pinta el tronco!!!
Tienes razón se van perdiendo las tradiciones. Estaban muy ricos los dos troncos que hice. Un beso y Felices Fiestas.
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