7 de diciembre de 2012

TEJARES MALLORQUINES


Hacia la segunda mitad del siglo pasado, en Mallorca, muchas familias subsistían gracias a la fabricación de tejas de forma artesanal. Hoy en día quedan muy pocos tejares mallorquines. Los hornos morunos, pieza clave en su fabricación, y el tipo de teja que más se utiliza, la curva, lo dicen todo de su origen, árabe.

La materia prima principal es la arcilla, que en suele provenir de las canteras próximas a los tejares. Se llena un molde con esta arcilla, se alisa. Se meten en el horno moruno, que es un enorme depósito en el que lentamente se va quemando la montaña de serrín, que es lo que da el color rojizo tanto a las tejas como a las baldosas o macetas.

Las tejas se cuecen a fuego lento en la parte superior del horno. Al horno hay que ir metiéndole continuamente madera, que es la que se encarga de cocer las piezas. Hace años esa madera provenía de las talas de los montes y de los residuos de jardines. Hoy en día se utilizan troncos de madera y serrín, que procede de las carpinterías.

Con la ayuda de un ventilador se va alcanzando la temperatura ideal para la cocción de las tejas. Dos días después de su cocción que alcanza los 1.000 grados, se dejan enfriar lentamente, y ya están listas.

En la actualidad en Mallorca los municipios donde todavía se fabrican tejas, baldosas, peldaños, bovedillas, etc., de forma artesanal son: Vilafranca de Bonany, Manacor, Felanitx, Petra y Campos. Todos ellos, tejares familiares, algunos con algún siglo de historia y todos ellos con varias generaciones de tradición.

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