TRUCOS EN LA COCINA

No guardes nunca las especias cerca de la cocina ya que tienden a perder sabor y color. Guárdalas en la nevera o en un lugar seco y fresco.

Para quitarle la piel al ajo antes de picarlo, dale un golpe con el mango de un cuchillo o una botella. O remoja el ajo en agua tibia para desprender la piel.

Para hacer una mesa fresca de sal de ajo: corta o machaca el ajo sobre una tabla espolvoreada con sal. Esta absorbe los jugos y reduce el exceso de olor a ajo. Si lo picas con un poco de sal, no se pegarán al cuchillo.

Conserva el sabor de las hierbas frescas remojándolas en aceite de oliva, guárdalas luego en la nevera. Cuando uses hierbas frescas en lugar de secas, triplica la cantidad indicada en la receta. Prepara la mantequilla con hierbas y otros sabores y utilízala como aderezo para las verduras.

Para darle un aroma fresco y fragante a tu armario cuelga en él una naranja en la que hayas insertado clavos de olor enteros.

Usa especias enteras cuando hagas un guiso cocido lentamente, de esa manera tardan más tiempo en dar su sabor.

Para picar cebollinos no es necesario usar una tabla de cortar. Sácalos del congelador, ralla la cantidad que necesites y conserva la porción restante en el congelador. Este método permite que los cebollinos tengan el mismo sabor cada vez que se pican. Puedes aplicar el mismo método para el perejil.

Después de lavar la raíz del jengibre con una fibra fuerte, córtala o pícala, guárdala en un frasco con tapa de rosca y cúbrela con jerez seco o vodka. Esto hará que se conserve durante meses enteros en el refrigerador. Almacena el jengibre enterrándolo en tierra o arena húmeda; dura meses y hasta puede germinar.

Al picar la menta, espolvorea un poco de azúcar para sacarle los jugos y facilitar la tarea del picado.

Si pones unos cuantos granos de pimienta negra enteros en el pimentero no se taparán los agujeros y la pimienta siempre tendrá un sabor fresco.

La mejor manera de guardar los chiles es en la nevera en una bolsa de papel de estraza poroso. De esta manera conservarán su potencia durante muchos días.

Un método sencillo para preparar sal de cebolla es cortar una rebanada de la parte superior de una cebolla, espolvorearla con sal y rasparla con un cuchillo.