PALILLOS CHINOS Y JAPONESES
Los palillos más antiguos que se conservan son de bronce. Se
encontraron en las ruinas de Yin y datan del 1200 a.C. Fue en la dinastía Han
(206 a.C-220 d.C. cuando se convirtieron en el método universal para comer en
toda China. Los ricos tenían palillos de bronce, marfil, jade, o con lacados
muy elegantes; los pobres tenían palillos muy sencillos de madera o bambú.
En una mesa imperial, los palillos de plata no solo se
utilizaban por lujo, sino para ayudar en la detección de venenos; la plata se
volvía negra si entraba en contacto con el arsénico. El problema era que la
plata era muy pesada, conducía muy bien el calor y el frío y no era lo mejor material para sostener la
comida, y los hacían muy resbaladizos. Al final los palillos de plata
terminaron por no usarse.
Los japoneses tardaron más en adopta la cultura de los
palillos chinos. No fue hasta el siglo VIII cuando los palillos sustituyeron a
las manos entre la gente corriente. Los palillos japoneses son más cortos que
los chinos, unos 22 cm (los chinos unos 26 cm) y acaba en punta, lo que permite
recoger hasta las partículas más diminutas de comida.
En Japón hay algunos tabúes que hay que evitar:
Namida-bashi-palillos llorones: hacer que un líquido gotee
cual lágrimas de la punta de los palillos.
Mayoi-bashi-palilos dubitativos: hacer que los palillos
planeen sobre varios platos sin escoger uno.
Yoko-bashi-palillos cuchara: usar los palillos como una
cuchara
Sashi-bashi-palillos cortantes: usar los palillos como un
cuchillo
Neburi-bashi-palillos lamidos: lamer trozos de comida de la
punta de los palillos.
También ha tabúes sobre compartir los palillos. El sintoísmo
lo considera una aberración. Se cree que algo que ha estado en la boca de otro
no solo adquiere gérmenes, sino también aspectos de su personalidad que no se
lavan.
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