17 de noviembre de 2018

ALEJANDRO DUMAS Y LA COMIDA ESPAÑOLA-4


Alejandro Dumas, viajó por España en octubre y noviembre de 1846. La razón de ese viaje fue su trabajo como cronista oficial a la boda del duque de Montpensier Antonio de Orleans, hijo menor del rey de Francia Luis Felipe I, con la infanta María Fernanda de Borbón, hermana menor de la reina Isabel II de España. Parece que no le gusto mucho ese viaje ni tampoco los españoles según se puede leer en el siguiente texto:

“En España se bebe de un modo particular. En ciertas regiones no ponen vasos en la mesa; en cambio ponen unas vinagreras de un litro (algunas de medio litro), con las cuales se bebe a chorro, para no tocar el borde con los labios; lo que resulta muy incómodo para quien no tenga costumbre de desalterarse de semejante modo. Si por desgracia los labios tocan el borde de la vinagrera, los contertulios la arrancan de las manos del culpable y le tiran el contenido a la cara, llenándole además de las más groseras injurias.

Tanto como dar con un vaso cuesta encontrar un lecho, pues este mueble, indispensable para nosotros, lo no es para los españoles. En Castrejón (?) Tuve que pedir auxilio al alcalde y al maestro de escuela, a quien fui recomendado, para obtener un lecho, que luego me fue disputado por un viajero retardado; pero yo me mantuve firme, y a la postre el viajero tuvo que resignarse y bien envuelto en su capa tenderse en el suelo y dormir al amor de la lumbre.

En España todo el mundo tiene criada. La joven más mísera (aun cuando ella haya sido sirvienta) al casarse tiene su criada, y al día siguiente, para las siete de la mañana, la tiene a la cabecera de su cama con el chocolate. El marido habrá salido a su trabajo hacia las cinco de la mañana, y en la próxima taberna habrá tomado su copa de aguardiente.

Ningún vino español es natural; generalmente los fabrican los pasteleros, que además de confiterías elaboran vinos extras y velas de cera. Los vinos de jerez, Málaga, Alicante y pajarete los venden los industriales, y en bodega tan solo cuestan 2,50. Hoy día -sigue diciendo Dumas-, gracias al ferrocarril, me aseguran que la comida en general ha mejorado mucho en España; pero el aceite es infecto y tienen una manera de freírlo horrible: se echa cierta cantidad de aceite en una sartén, se pone ésta a la lumbre, se cierran herméticamente las puertas y las ventanas de la cocina; cuando el aceite está a cien grados de calor se echa en ella un pedazo de pan que se deja bien requemar para quitar el mal sabor del aceite.

Esta operación es para asfixiar a un esquimal. Bien requemado el pan, se abren las ventanas para que se vaya el mal olor de la casa envenenada. Los vecinos se asoman a sus respectivas puertas para no perder nada de tan delicioso aroma.

No existen charcuterías en España; con la sangre del cerdo se fabrican unas gruesas morcillas adicionadas de arroz y cebollas. Casi todo el cerdo se pone en salazón y se expende en comercios casi todos de extremeños. Todas las familiar hacen matanza de dos y hasta de tres cerdos; la hacen en diciembre, procurando de esta manera cubrir las necesidades familiares de todo el año”.

ALEJANDRO DUMAS Y LA COMIDA ESPAÑOLA-3

0 comentarios :