PARTIDO-ESPAÑOL DE PRAGA (SIGLO XVI-XVII)

En el año 1555 tuvo lugar la boda de María Manrique de Lara, dama de la alta nobleza hispana, con un aristócrata checo, Vratislao Pernestán. Su hija, Polixena, contrajo matrimonio con Sidonio Lobkowitz, miembro de otro distinguido linaje bohemio. La pequeña corte de los Pernestán-Lobkowitz, pasó a formar parte del llamado “partido-español” (católico) de Praga a finales del siglo XVI y el primer tercio del siglo XVII. Sus representantes mantuvieron excelentes relaciones con España.

Sus hijos siguieron con las mismas costumbres y cultura hispanas. Incluso a algunos de ellos se les condecoró con el Toisón de Oro, máxima condecoración europea, y llegaron a ser miembros de órdenes militares y religiosas de gran importancia como la de Calatrava. Además la moda española se impuso entre los nobles checos durante más de un siglo: traje negro ceñido al cuerpo y rematado por la gorguera.

Este grupo contó con el apoyo de los embajadores de la península. Este puesto era uno de los más envidiados por los diplomáticos hispanos. La embajada de España contaba con setenta empleados, resultando cruciales las intervenciones de los embajadores de Valencia, Gerona y Salamanca.

Los miembros de este grupo fueron grandes mecenas del arte. María Manrique de Lara, dejó en herencia a su hija Polixena de Lobkowitz, la famosa estatua de cera del Niño Jesús de Praga. Parece ser que la imagen realizada en España perteneció a Teresa de Jesús. Polixena la legó al convento de carmelitas descalzos, erigido por Fernando II como agradecimiento por la victoria de la Montaña Blanca, que puso fin a la rebelión de los estamentos bohemios.

El segundo marido de Polixena, Sidonio de Lobkowitz, era cabeza del partido católico y un enamorado de la cultura española. Había visitado el país en dos ocasiones y fundó el coleccionismo prohispano de la familia, su sucesor Wenceslao, organizó la pinacoteca familiar. Su amistad con la infanta Margarita de Austria, hija de Felipe IV y esposa de Leopoldo I de Asutria, le regaló uno de sus retratos pintado por Velázquez. Sidonio, también canciller de Bohemia, igual que otros nobles checos, obtuvo del rey de España el Toisón de Oro.