MI RELOJ DE ARENA
Reloj de arena
Hace un siglo amé a un hombre
y podía sentir su olor lamiendo mis entrañas,
el universo revelado ante mí en el borde de su camisa
-botón por botón caían los misterios del profundo oráculo-
mi destino trazado en su torso.
Hoy descanso en su cuerpo con la cotidianeidad de los sueños perdidos.
Hace un siglo amé a un hombre
pero he perdido el rastro de su piel
el sello de su boca,
aquella cicatriz tan cercana a mi ombligo.
Un dolor incoloro se afirma entre mis lágrimas,
ya no es más ese monstruo que me tragaba adentro.
Es cierto que amé a un hombre
pero hoy sus huellas ya no existen
ni siquiera en el persistente agujero de mi almohada.
Adriana Ortega Ortiz
2 comentarios :
Bellísimo el poema y hermosa tu fotografía que lo acompaña!!
Cariños!
Lau.
Lau, muchísimas gracias, el poema es bellísimo. Cariños para ti.
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