COMUNIDADES ALDEANAS EN LA EDAD MEDIA

Las comunidades aldeanas eras asociaciones de tipo horizontal, estaban integradas por todos los campesinos que vivían en una población rural. Algunas de ellas se crearon en torno a las parroquias. La comunidad surgía al establecerse diversas familias apartadas de sus pueblos de nacimiento, en zonas de producción agrícola.

Las comunidades desempeñaban funciones muy variadas, entre las cuales ocupaba un lugar destacado las de carácter económico. Era necesario regular la utilización de los espacios colectivos: terrenos de pasto, bosques, aguas, etc. Contribuyeron a potenciar las relaciones de solidaridad vecinal. En muchos casos; muertes, bodas, partos, incendios…, se prestaba ayuda al que la necesitaba.

Además, se encargaban de mantener la paz, castigando a todo aquel que la rompiera. El órgano de autogobierno de la comunidad aldeana era la asamblea general que se reunía al menos una vez al año, en la plaza central de la localidad o en las proximidades de la iglesia. En esas reuniones se tomaban las decisiones oportunas para resolver los problemas pendientes y se elegía a los oficiales de la aldea.

Esa asamblea de los vecinos de la aldea, o concilium, también actuaba como órgano de defensa de la comunidad ante el exterior, sobre todo, frente a las exigencias señoriales. En la aldeas funcionaba un tribunal de justicia, que actuaba en primera instancia, y del que formaban parte los oficiales elegidos en la asamblea vecinal.

En materia policial mantenían el orden en las aldeas y decretaban cuando era conveniente la expulsión de mendigos y vagabundos. En el terreno eclesiástico intervenían, en ocasiones, las comunidades, por ejemplo, para tomar decisiones acerca de la elección de la iglesia o del mantenimiento del párroco o de la organización de la caridad con los pobres y los enfermos.