2 de julio de 2016

JUICIOS ANIMALES


Desde la Edad Media hasta el año 1700, era muy común juzgar a los animales que habían cometido algún delito. El proceso lo llevaba a cabo un tribunal, a veces el animal acusado tenía un defensor, y se convocaban testigos. El tribunal podía imponer la pena de muerte o algún espantoso tipo de mutilación, según el delito. En el caso de que el animal fuera condenado a muerte, el verdugo ejecutaba la sentencia públicamente.

Algunas de esos delitos y sus penas:

  • Pena de muerte para un gato que cazó un ratón en domingo.
  • Un mastín portugués es condenado a la hoguera por ladrarle a la imagen de San José en una procesión. El perro fue considerado un hereje.
  • Un cerdo mató a un niño en Dinamarca, se le juzgó y se le ejecutó por el homicidio. Los dueños del cerdo, fueron castigados a hacer una peregrinación a un santuario de Alemania.
  • Una invasión de gusanos estaba acabando con las cosechas del valle en Puy-de-dome. Se juzga a las orugas y les ordena retirarse. Éstas desobedecieron y por ello recibieron el castigo máximo; fueron excomulgadas. Cuando se transformaron en mariposas desaparecieron.
  • En un pozo se encontraron los restos de un bebé mitad cerdo, mitad humano. Las autoridades acusaron al campesino de ser el padre del bebé con una cerda. Fueron condenados los dos a la hoguera.
  • Un cerdo mordió las orejas a una niña y la policía lo sacrificó por ser peligroso. El dueño del cerdo fue condenado a pagar una dote a la niña, para que se pudiera casar, a pesar de no tener oreja. 

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