25 de mayo de 2016

LA DOCTRINA DE IBN TURMART


El movimiento almohade fue fundado por el bereber Muhammad Ibn Tumart, nacido en el anti-Atlas magrebí, en el noroeste de Marruecos, hacia 1080 y que pertenecía a la tribu de los masmuda. Los califas almohades de al-Andalus fueron nueve e impusieron su poder sobre el Sur peninsular durante 84 años, desde 1145 hasta 1232.

La creencia religiosa almohade nacía de la teología racionalista de su fundador, que visitó los países árabes de Oriente con el fin de profundizar en el estudio del Islam. El viaje duró quince años y le llevó a Córdoba, a la Meca, Damasco, Bagdad, etc. En estas ciudades tuvo la oportunidad de conocer obras, pensamientos y teorías de filósofos, místicos y teólogos. De vuelta, emprendió la tarea de difundir su doctrina por medio de literatura epistolar, tratados, sermones y prédicas. Esta doctrina siguió la ortodoxa sunni.

Las líneas generales de la teología de Ibn Tumart se resumen en tres apartados:

-La ciencia y el saber: A lo largo de varios tratados disertó sobre la importancia capital de la ciencia y el saber, de todo el saber y no sólo del religioso. La ciencia se adquiere por tres vías; la mente, el tacto y el oído, siendo la primera la más noble. Por tanto, la mente es necesaria para la fe.

-La existencia de Dios: No hay ninguna duda sobre la existencia de Dios. Su existencia se percibe a través de la razón y en ella está la satisfacción del hombre inteligente. Ibn Turmat se basaba en la existencia de Dios por la existencia de sus criaturas.

-La unidad de Allah como Ser Absoluto.

Para Ibn Turmart, el Imam (él mismo) era el jefe absoluto, a quien todo el mundo debía seguir, obedecer e imitar. Era infalible, impecable e intachable. Su misión era interpretar los versículos ambiguos del Corán. Era sobre todo un jefe religioso y político. Por ese motivo pedía obediencia total y fe ciega hacia él, ya que era el protegido de Dios y sus órdenes provenían de Él.

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