2 de marzo de 2015

OLLA EXPRESS


Denis Papin (1647-1712), físico e inventor francés, pionero en la energía del vapor, estuvo durante tres años hablando de su invento y alabando las maravillas de su olla express. Decía que la carne más dura, si se cocinaba en su olla, era la más tierna y sabrosa del planeta. Su olla se llamaba “digestor a vapor”, y era conocida como “olla de Papin”.

Se trataba de un recipiente de latón, que se cerraba mediante una tapadera y un tornillo enroscado en un soporte. El agua hervía en una pequeña calera en la parte inferior del aparato y el vapor se acumulaba en el interior del recipiente generando una elevada presión. Además tenía una válvula de seguridad que se ajustaba mediante un peso y la acción de una palanca, para evitar que la olla explotase en el caso de que la presión del vapor aumentara demasiado.


Esa olla se presentó, en 1682, en los salones de la Royal Society de Londres. En esa presentación los alimentos servidos se habían cocinado en una olla express, por primera vez en la historia. A todos los invitados les encantó el invento, la olla, no sólo reducía el tiempo de cocción, además los alimentos no perdían su sabor y valor nutritivo.

A pesar del gran éxito en la presentación, esa primera olla a presión fracasó. Al público no le gustaba la comida científica, que era como la llamaban, a la gente no le daba mucha confianza la comida cocinada de esa manera. Además a algunas personas les había explotado la olla, por mal funcionamiento de la válvula.

Es olla desapareció. En 1810, el cocinero de Napoleón Bonaparte, Nicolas Appert, la volvió a sacar del olvido, y con unas modificaciones que no tenían nada que ver con la primitiva olla express. Nicols utilizaba la olla como una cacerola gigante, en ella cocinaba grandes cantidades de comida, la cerraba herméticamente y la llevaba a las tropas. Para conservar los alimentos era muy buena idea.

En el siglo XIX, volvió la idea de perfeccionar la olla a presión. Empezaron a perfeccionarse distintos modelos. En 1905 salió al mercado una olla a presión fabricada en aluminio. En 1927, se patentó la primera olla de baja presión controlada, tampoco tuvo ningún éxito. En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, Alfred Vischer, arquitecto norteamericano, inventó un sistema de cierre hermético, en el cual la tapadera encajaba con la olla, además disponía de un mango largo y una junta de goma recambiable.

La olla a presión no se utilizó en los hogares hasta la década de los 50, gracias a los hermanos Lescure, que las perfeccionaron, y las vendieron a precios asequibles.

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