LA MALDICIÓN DE TECUMSÉ

La llamada “Maldición de Tecumsé” o “De los Veinte Años” viene de una especie de superstición por la cual entre los años 1840 y 1960, los presidentes norteamericanos que hubiesen ganado las elecciones en un año terminado en cero morirían en el cargo. Eso fue causado por un incidente que sucedió en 1811, después de la batalla de Tippecanoe, que enfrentó a las fuerzas estadounidenses al mando del candidato presidencial, William H. Harrison y los Shawnee, tribu liderada por Tecumsé y su hermano Tenskwatawa, apodado el Profeta.

Según cuentan, en 1836, mientras Tenskwatawa posaba para un retrato y los que estaban con él discutían el probable resultado de las elecciones, éste lanzó una profecía: “Harrison no ganará este años el puesto de Gran jefe. Pero ganará la próxima vez. Y cuando lo haga, no terminará su mandato”. Y siguió: “Les digo que Harrison morirá y, cuando él muera ustedes recordaran, la muerte de mi hermano Tecumsé… Les digo que él morirá y, después de él, todo Gran Jefe escogido cada 20 años de ahí en adelante morirá, y cuando cada uno muera, que todos recuerden la muerte de nuestro pueblo”.

La maldición se cumplió en algunos casos: William Henry Harrison, Abraham Lincoln, James Garfield, William McKinley, Warren Harding, Franklin Roosevelt y John F. Kennedy. Con Ronald Reagan y George Bush, no se cumplió la maldición. Parece ser que Nancy Reagan, recurrió a la ayuda de algunos astrólogos y se rompió la maldición.