LOS AMORES DE ISABEL II DE ESPAÑA
A Isabel de Borbón (1830-1904), Isabel II de España, sus
padres (Fernando VII y María Cristina de Borbón) decidieron casarla a los dieciséis
años con su primo, el infante Francisco de Asís María Fernando de Borbón y Borbón-Dos
Sicilias de veinticuatro, que, según contaba ella, no sabía muy bien si le
gustaban las mujeres o los hombres. Ella, enseguida le cogió manía a su marido,
y a él le ocurrió lo mismo. A partir de ese momento, cada uno buscó el placer
con otras compañías.
Su primer amante fue el general Francisco Serrano, a quien
ella llamaba su “general bonito”, su relación duró tres años. Su romance se
convirtió en un escándalo y en un grave problema político. El general fue
destituido de todas sus funciones, no le hizo mucha gracia. Le enviaron a
Granada con el puesto de capitán general.
Le siguieron: José Mirall, cantante catalán; Valmaseda,
conde riojano y militar; Temístocles Solera, poeta y libretista de óperas
italianas; el marqués de Bedmar, de rancio linaje andaluz, con quien tuvo un
hijo que nació muerto.
Iba de fiesta en fiesta y a menudo se acostaba a altas horas
de la madrugada para despertar a media tarde. A diario acudía a la iglesia (era
muy beata), así que normalmente pasaba de la cama al confesionario para recibir
el perdón por sus pecados carnales. Una vez perdonada volvía su “rutina sexual”.
Cuando contaba con veintiún años se quedó embarazada de José
María Ruiz de Arana, un capitán luego ascendido más tarde a comandante,
conocido como “El pollo Arana”. Dio a luz a una niña, la infanta Isabel,
llamada la Araneja y luego la Chata. Otra infanta de padre desconocido nació y
murió al poco tiempo. Otros dos embarazos sin padre conocido no llegaron a término.
Ella seguía con sus fiestas. Su marido, mientras tanto tenía
una relación con su secretario Antonio de Maneses, pero en total discreción, lo
contrario que su esposa. Todo el mundo sabía que los hijos no eran suyos, pero
él los presentaba como propios. No le costaba mucho hacerlo gracias al millón
de reales que recibía por hacer el paripé.
Cuando la reina contaba con veintisiete años, dio a luz al
heredero Alfonso Francisco de Asís Fernando Pío Juan María de la Concepción
Gregorio Pelayo de Borbón y Borbón, conocido simplemente como Alfonso XII. La paternidad
se le atribuyó al teniente de ingeniero Enrique Puig Molto, otros dicen que el
padre era el dentista de su majestad, Oliverio P. Maqueño.
Dos años más tarde nació la infanta María de la Concepción,
que murió a los pocos meses que dicen que el padre era su esposo el monarca
consorte. Cuando se recuperó del parto, comenzó una relación con Miguel Tenorio
de Castilla, un caballero al servicio de la Corona. De esa relación tuvo a la
infanta María del Pilar, la infanta Eulalia. Tuvo otro hijo que falleció a los
pocos días de nacer, no se sabe de quién.
Cuando marcharon a su exilio francés, se quedó sin corona,
pero los amantes siguieron: el capitán José Ramiro de la Puente; Hattman, un
judío; Tirso de Obregón, barítono; Carlos Marfiori, minitro…
2 comentarios :
gracias por tu ayuda,la mayoria de tus posts me ayudan mucho
Anónimo gracias a ti por leerme y comentarme, me alegra poder ayudarte. Un saludo
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