RELIQUIAS
Dentro de la iglesia católica se han atesorado desde siempre
reliquias de los santos. Estas reliquias pueden ser un hueso, sangre, algo
usado por el santo, un trozo de tela pasado por su cuerpo, etc. La iglesia ha dividido
las reliquias en tres clases: de Primera Clase: alguna parte del cuerpo del
santo; de Segunda Clase: algo personal del santo, algo que utilizó o le
perteneció; y de Tercera Clase: algún objeto que tocó en alguna ocasión.
Reliquias hay para todos los gustos, algunas muy raras o por
lo menos curiosas:
El anillo nupcial de la Virgen María, propiedad de los
herederos de un primado de España, arzobispo de Toledo, se encuentra en
Albacete. Otro anillo idéntico pertenece a los herederos del británico duque de
Berry.
El brazo de la Virgen María junto a su hígado se encuentra
en las habitaciones de San José de Calasanz, en San Pablo Pantaleone, en Roma.
Una oreja de San Pedro, se encuentra en posesión del abad de Cleriac y de San
Leonardo, en Porto Mauricio. En el Vaticano se conservan las sandalias de
Jesucristo. El cáliz de la “Última Cena”, se venera en la catedral de Valencia.
Una de las treinta monedas que cobró Judas, fundida, se
utilizó en la fabricación de la campana de Velilla del Ebro (Zaragoza). La
leche de la Virgen María se conserva en varios sitios: la catedral de Oviedo y
el convento de los agustinos de Santa María Popolo, en Roma, son los más
populares. Las lágrimas de Santa María se veneran en Vendôme (Francia). En San
Pantaleone de Roma, se conservan la lengua y el corazón de Santa María.
En Italia, el cabello de Juan, discípulo de Jesús, se
encuentra en el cráneo de Santa Águeda, en Italia. Se conserva en el Museo de
Prehistoria Contemporánea de Roma, la cola del asno que llevó a Jesús, en este
mismo museo se conserva el cuchillo con que se circuncidó a Jesucristo y las
trece lentejas y un trozo de pan de la Última Cena.
0 comentarios :
Publicar un comentario