JUICIOS ANIMALES

En la antigüedad era muy normal los juicios a los animales que habían cometido algún delito. Algunos fueron condenados a la pena capital, otros recibieron mutilaciones horribles. Estos son algunos casos:

-Un mastín portugués fue condenado a la hoguera por ladrarle ferozmente a la imagen de San José en una procesión. El perro desobedeció las órdenes de callarse que le dio el arzobispo, por eso fue considerado un hereje.

-Una invasión de gusanos estaba acabando con las cosechas de un valle en Puy-de-Dôme, en Francia, y el vicario local fue llamado para salvar la situación. El tribunal juzgo a las orugas y les ordenó retirarse. Como desobedecieron, fueron castigadas y excomulgadas. Transformadas en mariposas, los gusanos desaparecieron.

-Un cerdo mató a un niño en Dinamarca, se le juzgó y se le ejecutó por el asesinato. Los dueños, conocidos por su mala conducta, fueron considerados un mal ejemplo para el cerdo y se les ordenó realizar una peregrinación a un santuario Alemán para pedir perdón por sus pecados.

-Otro cerdo alemán le mordió las orejas a una niña y la policía lo sacrificó por peligroso. El dueño del animal es condenado por un tribunal a pagar una indemnización para que la niña sin oreja, se pueda casar algún día.

En un pozo de Montoiron, en Francia, aparecieron unos restos mitad cerdo, mitad humano. Las autoridades locales acusan a un campesino de ser el padre del monstruo. Su cerda y él, son acusados y condenados a ser quemados en la hoguera.