LA MUERTE DE ENRIQUE GRANADOS

Enrique Granados y su esposa Amparo regresaban de Nueva York, del estreno de su ópera Goyescas en el Metropolitan Opera House. El plan inicial era tomar un barco directamente a España, al cambiar la fecha de vuelta, era más rápido ir a Inglaterra, luego a Francia y finalmente a España.

Desde Nueva York a Inglaterra la travesía se desarrollo sin problemas, cuando tomaron el barco hacia Francia, en el vapor Sussex de la Compañía de los Ferrocarriles Franceses, sucedió la catástrofe.

Sobre las 14:30 del 24 de marzo de 1916, en plena Primera Guerra Mundial, el Sussex fue descubierto por el submarino de guerra alemán UB-29, que parece que lo confundió con un barco minador y le arrojó un torpedo que impactó en medio del casco, partiendo el barco por la mitad. La popa quedó a flote, la proa se hundió.

El camarote de los Granados se encontraba en la popa, en ese momento no se encontraban en él. Enrique se había lanzado al agua y pudo subirse a una de los botes salvavidas, desde allí vio como su mujer luchaba por nadar contracorriente entre las olas, él se lanzó a rescatarla, el resultado fue que los dos murieron ahogados.

Enrique Granados y su mujer se quedaron para siempre en el Canal de la Mancha junto con setenta y ocho pasajeros más. Granados tenía 49 años.