CHIRIMOYA

 

La chirimoya procede del chirimoyo, un árbol pequeño que alcanza hasta 5 metros de altura con bajas ramificaciones. El fruto es una infrutescencia, es decir, está formado por varios frutos que se adhieren entre ellos.

Las chirimoyas duras o verdes terminan de madurar en un par de días si se dejan a temperatura ambiente. Se pueden consumir aunque la piel se haya pasado del verde al negro y se hunda con muy poca presión. No se deben conservar en frío. La mejor época para consumir chirimoyas es en invierno. Para evitar que el fruto se oxide se aconseja cubrir la pulpa con zumo de limón.

La chirimoya es ideal para dietas adelgazantes por su bajo contenido en grasa. Rica en vitamina C, rica en fibra es utilizado como laxante para personas con estreñimiento. Reduce el colesterol, es rica en potasio.

Existen diferentes variedades de chirimoya:

Impresa: el fruto es grande, con pocas semillas. La piel está cubierta por aureolas parecidas a las escamas de un reptil o huellas de dedos. Tiene la pulpa dulce y jugosa.

Umbonata: fruto mediano, sabroso y con muchas semillas. La piel es fina con protuberancias puntiagudas.

Mamillata: es de gran tamaño y tiene la piel lisa. Tiene menos cantidad de semillas.