CHARLES PONZI Y LA ESTAFA PIRAMIDAL

 

Charles Ponzi fue el inventor del timo piramidal. Esta estafa consiste en un proceso en el que las ganancias que obtienen los primeros que invierten son generadas por el dinero que aportan los nuevos inversores, que son engañados haciéndoles creer que obtendrán grandes beneficios. El sistema solo funciona si las víctimas crecen.

Charles era un emigrante italiano que llegó a Estados Unidos cuando contaba con veinte años. A falta de dinero, enseguida descubrió, por un mensaje que le llegó de España, que los cupones de respuesta internacional de correos se podían vender en Estados Unidos más caros que en otros países.

Después de propagar la noticia, muchos quisieron entrar en el negocio y le dieron dinero para empezar. Pero Ponzi no estaba comprando cupones, estaba pagando rendimientos de hasta el 100% en tres meses utilizando el capital de los inversores. Convenció a amigos y asociados para que apoyaran su sistema, ofreciendo un interés del 50% en una inversión a cuarenta y cinco días.

Algunas personas invirtieron y  obtuvieron lo prometido. La noticia se expandió y las inversiones crecieron. Ponzi contrató agentes y pago altas comisiones por cada dólar que trajeran. En febrero de 1920, obtuvo unos cinco mil dólares, mucho dinero para la época. En marzo ya tenía treinta mil. En mayo había logrado recaudar unos cuatrocientos veinte mil dólares.

En julio ya tenía millones. Muchas personas vendían o hipotecaban sus casas con la esperanza de conseguir aquellos altos intereses. A finales de ese mismo mes de julio el plan empezó a hundirse cuando el Boston Post cuestionó la empresa. Al final, fue intervenida por el Estado, que detuvo las captaciones de dinero. La fama de Ponzi creció aún más, se planteó crear un nuevo tipo de banco, en el que las ganancias se repartieran por igual entre los accionistas y aquellos que ingresaran dinero. Pero Ponzi también comenzó a vivir una vida llena de lujos.

En agosto de 1920, los bancos y medios de comunicación lo declararon en bancarrota. El Gobierno Federal intervino y Ponzi fue enviado a la cárcel, pero tuvo que ser liberado al pagar la fianza. En libertad, decidió continuar con su sistema. Rápidamente el sistema cayó y los inversores perdieron su dinero.