ANACONDA VERDE

 

La anaconda verde es uno de los pocos reptiles en los que la hembra es más grande que el macho. Suele vivir en marismas pantanosas y en ríos de la selva del Amazonas y en la cuenca del Orinoco. Cuando están en tierra son lentas y pesadas, pero en el agua, mejor no encontrárselas.

Tienen la paciencia del cocodrilo de agua salada, esperan debajo del agua aprovechando que tienen los ojos y los orificios de la nariz en la parte alta de la cabeza. La anaconda verde se traga entera a su presa y la digiere mientras baja por el cuerpo. Tiene las puntas de los dientes apuntando hacia atrás, así que si al morder a su presa intenta escapar, solo se encajará más.

Comen animales grandes como jaguares, cerdos, ciervos. Su estrategia de ataque favorita es la constricción; se conocen como constrictoras no venenosas. Se enroscan en el cuerpo de la presa y aprietan hasta que la asfixian. Después de una buena comida, pueden pasar meses sin comer.

La anaconda puede desencajar la mandíbula para abrir sus fauces 180 graos. Son nocturnas tienen un cuerpo verde oliva con manchas negras. La cabeza es bastante pequeña comparada con el musculoso cuerpo. Pueden ver y respirar aún cuando están sumergidas casi por completo. Tienen muy mal genio, mucho más si están en cautividad. Son depredadores de emboscada. Esperan al momento perfecto para atacar.

La anaconda verde es lenta en tierra pero mortalmente rápida en agua. No cuidan nunca a sus crías. Tienen una longitud de 6 a 9 metros, su peso es de 132 a 227 kilos. Su velocidad es de 21 km/h. Su esperanza de vida es de 10 años. Mata en 2 minutos.