SORPRESAS
Después de seis años de peleas para conseguir el divorcio, Suleyman Guresci, un ciudadano turco, abandonó los tribunales, en 1986, totalmente libre. Tras deliberar los pros y los contras, decidió casarse de nuevo, pero para evitar otro fracaso con la futura mujer que le convenía, fue a una agencia matrimonial. Entre casi dos mil candidatas, el ordenador seleccionó a la única que reunía la mayor idoneidad con él, la afortunada fue Nesrin Caglasas, su ex mujer. Se casaron de nuevo y vivieron felices.
Un hombre de 37 años que visitaba la zona roja de Aquisgrán (oeste de Alemania) buscando prostitutas. Se encontró, con gran sorpresa, con su mujer que ejercía este oficio a escondidas. Tuvieron una gran pelea, en la que tuvo que intervenir la policía. La ciudad de Aquisgrán, situada cerca de la frontera con Bélgica, tiene una calle, la Antoniusstrasse, en la que las prostitutas, igual que en Ámsterdam, se exhiben en los escaparates.
El emperador Carlos V nació en un retrete. Su madre, conocida como Juana la Loca no quería dejar solo al rey, y lo acompañaba a todas partes. Así que cuando le llegó la hora del parto, estaba acompañando a su marido a una fiesta. Confundió los dolores de parto con un apretón, por lo que el futuro rey nació en el baño.
Una señora australiana que cocinó el cadáver de su marido y se lo dio a comer a sus hijos, fue condenada a cadena perpetua. Katherine Mary Knight, de 45 años, empleada de un matadero, reconoció haber matado a John Price, de 44 años, en febrero del año 2000, propinándole 37 cuchilladas. Después de decapitarlo, descuartizó su cadáver para cocinar los pedazos resultantes y servírselos a sus hijos, con legumbres y en salsa. La cabeza de la víctima fue encontrada por la policía en una olla de cocinar. El juez Barry O’Keefe dijo que Katherino era especialmente peligrosa y que podría cometer más crímenes, especialmente de hombres, si quedaba libre.
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