MERCADILLOS DE NAVIDAD EN BARCELONA (OTROS TIEMPOS)

 

En la España del siglo XIX era muy común, en los días previos a las Navidades, la visita a los mercadillos navideños. Tradición que todavía perdura en la actualidad.

En Barcelona el primer mercadillo navideño era el de Santa Lucía. Se inauguró el 13 de diciembre, día de la santa patrona de los invidentes. Se celebraba en la plaza del mismo nombre, frente a la Catedral de Barcelona. Se vendían abetos, corcho, decorados, figuritas del belén, portales y todo tipo de material para montar el Nacimiento.

Hace siglos, era costumbre que el día 13 lo visitaran grupos de modistillas, aprovechando su visita a la capilla de Santa Lucía, lo que atraía a estudiantes de bachiller y peritaje. Esta especie de reuniones casi siempre acababan en bromas pesadas y soeces. En 1988 se adelantó la fecha al 5 de diciembre y se clausuraba el día de Nochebuena.

Otro de los mercadillos es el que se celebraba a principios del siglo XX junto a las verjas del parque de la Ciudadela, en el paseo Pablo Picasso, donde se celebraba una feria de pollos, capones y pavos. Los despachaban los propios payeses que los habían criado y en esas fechas bajaban del campo a la ciudad.

En la plaza de Tetuán los campesinos vendían sus productos, casi siempre corderos. Otra feria era la que se celebraba en la Gran Vía de Barcelona, entre la plaza de la Universidad y la plaza de España, donde se ponían a la venta juguetes hasta la víspera de reyes, el 5 de enero.

De la misma manera que los mercadillos navideños de Madrid, los de Barcelona en los que se vendían alimentos desaparecieron, pasando a vender únicamente adornos para el belén o el árbol.