EL BUEY HERMOSO (LEYENDA DE NAVIDAD)

 

Cerca de Belén vivía un buey muy trabajador, se llamaba Hermoso. Su amo, llamado Amir, estaba muy orgulloso de él. Le peinaba, cuidaba, le daba buenos alimentos… todos los vecinos querían a Hermoso. El buey también era muy bueno con su amo: araba, tiraba del carro…

Un día, Hermoso se enteró de que su amo tenía muchas deudas con otro granjero y se le ocurrió algo. Le dijo a su amo que apostara con el granjero a que él era capaz de tirar de 100 carros cargados, a cambio, le perdonaría todas las deudas. Hermoso le prometió que ganaría la prueba. A su amo le pareció muy buena idea.

Llegado el día, los granjeros engancharon a Hermoso los cien carros cargados, pero nada más empezar a tirar de ellos, su amo empezó a azotarle con el látigo mientras gritaba:

-¡Venga, holgazán, tira de los carros con más fuerza!

El buey, humillado y dolido, se sentó en el suelo y no se movió. El granjero perdió la apuesta. Una vez en la granja, le pregunto por qué había hecho eso. El buey le contesto que porque se había portado mal con él. El granjero le pidió perdón. Estaba tan arrepentido que el buey le dijo que volvieran a intentarlo. En otra ocasión, su amo no le maltrató, sino que le animaba con palabras de cariño. El buey cumplió su promesa y el granjero saldó sus deudas.

Años después, Amir, ya cansado de trabajar la tierra, se mudó con el buey a Belén. Se dedicó a llevar un albergue. Y para el buey hizo construir un establo. Una Nochebuena, recibió una visita muy especial…