SIMBOLOGÍA DE LA ROSA

 

Para algunos entendidos de la simbología, la rosa guarda alguna relación emblemática con la rueda y con los diferentes colores, al menos con los más esenciales, especialmente con el rojo.

Una de las cualidades por las que se aprecia más su valor simbólico, y en ello coinciden las diferentes escuelas simbolistas, es la que proviene de su agradable olor. En este caso, se asocia a la rosa con su significado emblemático relacionado con un aspecto de contenido finalista, es decir, rosa es sinónimo, desde una perspectiva simbolista, de perfección y logro, de proyecto acabado con aprovechamiento, de fruto conseguido con creces, de premio siempre merecido.

Desde la antigüedad se la ha relacionado con las diferentes deidades míticas y aparece en numerosos pasajes de artistas y literatos prestigiosos. Por eso, puede tener todas las identificaciones que coinciden con dicho significado, como centro místico, corazón, jardín de Eros, paraíso de Dante, mujer amada y emblema de Venus, etc.

La rosa, forma natural cercana al círculo, es para los pueblos orientales un mandala; su reposada contemplación enciende la llama del Conocimiento. El número de pétalos remite directamente al simbolismo de la numerología, y el color de los mismos muestra al contemplativo un significado diferente.

Su perfume, posee un código de referencias entroncado con los sentimientos primordiales, y sus espinas, finalmente, nos recuerda la ambivalencia perenne del placer y el dolor, la necesidad de su plena aceptación para recuperar el camino verdadero.