LA NEGRITA (LEYENDA DE COSTA RICA)
Por los años de 1635, la Puebla de los Pardos, en Costa
Rica, era un barrio segregado de la ciudad de Cartago, compuesto por mestizos.
En esos años era costumbre segregar a los mestizos de los blancos, obligándolos
a vivir separados, hasta la ley prohibía el matrimonio entre ellos.
En esa época existía allí un breñal a donde solían ir los
pobres de Cartago a recoger leña para cocinar, en las inmediaciones del breñal
vivía una pobre y sencilla mujer que en la mañana del 2 de agosto se encaminó
como de costumbre a recoger su carga de leña al breñal, y esta vez encontró
sobre una piedra una imagen que representaban a la Santísima Virgen con el Niño
en sus brazos, de un tamaño pequeño y tallada en piedra, la recogió y al llegar
a su humilde casa la guardó en una cajita de madera.
Cuando ya se acercaba el mediodía, la mujer volvió al breñal
por más leña y, llena de admiración, encontró la imagen sobre la misma piedra.
La tomó creyendo que era otra imagen y se la llevó a su casa. Cuando abrió la
caja para guardarla junto con la otra, llena de asombro notó que la otra imagen
ya no estaba. Su asombró creció y casi espantada, cuando por tercera vez, al
volver al breñal encontró la imagen sobre la misma piedra. La tomó en sus manos
y la llevó a su casa, donde pudo comprobar que se había escapado de la caja, y
que encontró vacía.
La mujer asustada, corrió a casa del cura del pueblo, se la
entregó y le contó los extraños sucesos que le habían ocurrido. El cura tomó la
pequeña imagen y la depositó en un cofre con el fin de examinarla después. Al
día siguiente cuando el cura decidió examinar la imagen, se dio cuenta que ya
no estaba donde la había dejado, y cuando la mujer volvió al breñal a recoger
la leña matinal, encontró la imagen sobre la misma piedra, en que las veces
anteriores la había encontrado.
Corrió a casa del cura, este con otras personas del lugar
llegaron al breñal y en procesión la llevaron hacia la iglesia depositándola en
el sagrario. Al día siguiente cuando quisieron examinarla, ya no estaba en el
lugar, corrieron todos a la piedra del breñal y allí estaba, sobre la piedra.
Era la quinta vez que en esta forma se manifestaba la Santísima Virgen, comprendiendo así que quería tener su casa allí mismo, se dieron inmediatamente a la ardua tarea de levantarle una ermita, mientras podían construirle un templo digno de ella, la ermita de “La Virgen de los Ángeles”, patrona de Costa Rica.
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